Calabacines luna rellenos de boloñesa con setas

Qué tendrán estos calabacines que me vuelven loca! Son atractivos, deliciosos y además de ración, ideales para rellenar.

Esta vez los he rellenado de una boloñesa con setas, si queréis otra versión, podéis consultar los calabacines rellenos de arroz marroquí.

Ingredientes

4 calabacines luna

250 gr de carne picada de ternera

250 gr de carne picada de cerdo

10-12 champiñones

1 cebolla

2 dientes de ajo

400 gr de salsa de tomate

100 ml de vino blanco (o tinto, al gusto)

1 ramita de romero fresco

Sal

Pimienta

Queso rallado

Preparación

Lavamos los calabacines, les cortamos el rabito por la parte superior y los vaciamos con un sacabolas con cuidado de no romperlos. Los cocinamos al vapor durante unos 5-7 minutos hasta que estén ligeramente al dente pero mantengan su forma. Reservamos.

Pelamos los champiñones, retirándoles la primera capa más superficial y les cortamos la parte terrosa del tallo. Los cortamos en daditos pequeños y reservamos.

En una sartén con un chorrito de aceite, pochamos los ajos picados junto con la cebolla cortada en brumoise fina. Una vez estén transparentes, añadimos los champiñones y salteamos. A continuación, incorporamos la carne de los calabacines que hemos retirado al vaciarlos y cocinamos todo junto con el romero picado. Salpimentamos al gusto.

Cuando las verduras estén bien pochadas incorporamos la carne picada y salteamos hasta que se dore ligeramente. Vertemos el vino y dejamos cocinar unos minutos hasta que evapore el alcohol. Incorporamos la salsa de tomate al sofrito y dejamos cocinar unos 10-15 minutos a fuego lento para incorporar todos los sabores.

Rellenamos los calabacines con la boloñesa, los espolvoreamos con el queso rallado y gratinamos a 200ºC hasta que la superficie esté dorada.

NOTA: se puede utilizar carne picada de un sólo tipo (cerdo, ternera, pollo...)

Es recomendable no lavar las setas bajo el grifo, ya que chuparían mucha agua y quedarían aguados. Por ello, es mejor pelarlos retirando la parte terrosa o con un trapo húmedo.

Si sobra boloñesa, se puede congelar y utilizarla para otra preparación como acompañante de pasta o para rellenar unas patatas, por ejemplo.

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