Dice la tradición que durante la Semana Santa hay días en los que no está permitido comer carne. Para los puristas o para los no fieles, os dejo esta receta de bacalao exquisita con un característico toque cítrico.
Lo podemos preparar con bacalao fresco que ahora está en plena temporada o con filetes congelados.
Esta receta la vi en la revista Lecturas cocina.
Ingredientes
4 filetes de bacalao fresco
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 limón
8 cucharadas de pan rallado
100 ml de vino blanco
Perejil picado
Sal
Pimienta blanca
Preparación
Pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo finamente. Rehogamos el ajo y cuando empiece a dorar añadimos la cebolla. Sofreímos hasta que ésta esté transparente y vertemos el vino blanco y un poco de perejil picado. Dejamos cocer durante unos minutos hasta reducir. Reservamos la mitad de la salsa.
Disponemos la otra mitad en un bol y lo mezclamos junto el pan rallado, el perejil picado, el zumo y la ralladura del limón y un chorrito de aceite. Salpimentamos y mezclamos hasta obtener una pasta homogénea y húmeda.
Salpimentamos el bacalao al gusto y lo disponemos en una bandeja de horno, con la piel para abajo. Cubrimos cada filete con la pasta anterior y horneamos a 180º durante 15 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
Servimos junto con la salsa.
Disponemos la otra mitad en un bol y lo mezclamos junto el pan rallado, el perejil picado, el zumo y la ralladura del limón y un chorrito de aceite. Salpimentamos y mezclamos hasta obtener una pasta homogénea y húmeda.
Salpimentamos el bacalao al gusto y lo disponemos en una bandeja de horno, con la piel para abajo. Cubrimos cada filete con la pasta anterior y horneamos a 180º durante 15 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
Servimos junto con la salsa.
.