Ha llegado el momento de apagar los fogones y desconectar el ordenador por unos días para poder disfrutar plenamente del verano, que el año es muy largo. Tengo las pilas agotadas y necesito cargarlas de nuevo.
Pero no quería irme sin antes dejaros un helado refrescante y rico para pasar estos días de ausencia y soportar mejor el calor.
Ingredientes
250 gr de fresas
175 gr de azúcar
150 ml de agua
200 gr de chocolate negro
600 ml de nata 35% M.G
Preparación
Empezamos triturando las fresas hasta conseguir un puré fino. Reservamos.
En un cazo, calentamos el agua junto con el azúcar y dejamos en ebullición unos minutos hasta conseguir un almíbar ligero. Reservamos.
Deshacemos el chocolate junto con 150 ml de nata, en el microondas en intervalos de un minuto hasta que esté fundido. Mezclamos para conseguir que se integren y reservamos.
Montamos el resto de la nata en la thermomix a velocidad 3 con la mariposa. Mientras va montando vamos añadiendo el almíbar en hilo fino hasta que la nata esté completamente montada.
Separamos la nata montada en dos boles. En una mitad añadimos el puré de fresa y mezclamos y en la otra mitad añadimos el chocolate de manera que obtendremos dos mezclas con sabores diferentes.
En un recipiente apto para congelar vamos vertiendo cucharadas alternas de la mezcla de fresa y chocolate de manera que va quedando una mezcla marmolada.
Metemos en el congelador durante unas horas hasta formar el helado.
Retiramos el helado unos minutos antes de servir.
NOTA: se puede sustituir las fresas por frambuesas, al gusto. Yo he utilizado fresas congeladas, que siempre me gusta congelar para poder degustarlas en diferentes preparaciones fuera de temporada.
Lo ideal para que quede un helado cremoso es ir removiéndolo en intervalos de 45 minutos para romper los cristales de hielo. Yo en esta ocasión no lo hice y al haber incorporado el almíbar no forma cristales obteniendo un resultado super cremoso. El almíbar viene siendo como el azúcar invertido.
Sed buenos y felices vacaciones!!
Hasta la vuelta.
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