Si las fresas frescas tal cual son una de mis frutas preferidas, maceradas y asadas con una capa crujiente por encima de crumble ya es lo más. La sensación de coger una cucharada de fresas tiernas y melosas junto con el crumble crujiente es tremendamente deliciosa.
Un postre perfecto que como mejor se disfruta es templado.
Ingredientes
250 gr de fresas
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de vinagre de manzana
Pimienta recién molida
Ralladura de una lima
Para el crumble
75 gr de harina
75 gr de mantequilla fría
40 gr de azúcar
15 gr de almendra laminada
Preparación
Limpiamos las fresas, les retiramos el tallo y las cortamos a trozos medianos. Las disponemos en un bol y les añadimos el azúcar, el vinagre, la ralladura de lima y la pimienta recién molida (2 vueltas de molinillo) Mezclamos y dejamos macerar durante unos 20 minutos.
En un bol, mezclamos la harina junto con el azúcar y la mantequilla fría en dados. Con las manos vamos integrando la mantequilla hasta conseguir una mezcla arenosa y húmeda. Añadimos las almendras laminadas e integramos todo.
Disponemos las fresas en una fuente apta para el horno o en cazuelitas individuales. Cubrimos totalmente con el crumble y horneamos a 190ºC durante unos 15-20 minutos o hasta que la superfície esté dorada y crujiente.
Servimos templado.
NOTA: lo podemos acompañar con una bola de helado de vainilla
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