Esta receta de hoy la tenía desde hace tiempo en el cajón de sastre pendiente de publicar. Una crostata de origen griego que vi tanto en el blog de Neus "Cocinando con Neus" como en el de Silvia "y sigo en la cocina". Así que viniendo de ellas no podía dejarla pasar.
Además, de los ingredientes principales yo le añadí unas nueces troceadas que le van muy bien al queso.
Ingredientes
9 láminas de pasta brick
450 gr de quesos variados (roquefort, cabra, Edam, parmesano)
2 cebollas
1 cucharada de azúcar
1 huevo
200 ml nata
Mantequilla líquida
Nueces troceadas
Sal y pimienta
Preparación
Pelamos y cortamos la cebolla en juliana. En una sartén con un poco de aceite, pochamos la cebolla hasta que esté tierna y dorada, en ese momento le añadimos el azúcar y dejamos caramelizar.
Cortamos todos los quesos y los mezclamos, reservamos.
A parte, batimos el huevo y añadimos la nata líquida, salpimentamos y reservamos.
Para montar la crostata, engrasamos un molde con altura y apto para el horno con mantequilla en estado líquido. Colocamos una lámina de pasta brick y pincelamos con la mantequilla, colocamos la siguiente y volvemos a engrasar y a por la tercera lámina. Colocamos la mitad de la cebolla caramelizada y la mitad de los quesos. Por encima añadimos unas pocas nueces troceadas.
Para formar la segunda capa, volvemos a repetir la misma operación, colocamos una lámina de pasta brick, engrasamos y así hasta tres láminas. En esta segunda altura, vertemos la mezcla anterior de huevo y nata.
Volvemos a repetir la misma operación para colocar las tres últimas láminas de brick. Encima colocamos el resto de la cebolla, los quesos restantes y las nueces.
Horneamos a 170º durante unos 25-30 minutos.
Servimos templado.
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