Cuando veo una celebración a la vista me gusta planificar y preparar la tarta que culminará el menú especial. Esta mousse de nata y fresa se la regalé a mi madre en su último cumpleaños, y le encantó. Resulta una tarta elegante a la vista y suave en sabor, haciéndola ligera, cosa que se agradece después de una comida copiosa.
El corte es espectacular dejando ver los diferentes estratos de sabores, con la mousse de fresa en el centro y envuelta de la nata y las fresas frescas.
Ingredientes
Para el bizcocho genovés
120 gr de azúcar
120 gr de harina
4 huevos
1 pizca de sal
Para la mousse de fresa
250 gr de fresas
200 ml de nata 35% M.G
3 hojas de gelatina
2 cucharadas de azúcar
Para la mousse de nata
400 ml de nata 35% M.G
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
4 hojas de gelatina
500 gr de fresas
Hojas de menta fresca
Preparación
Empezamos preparando el bizcocho genovés. Ponemos en la thermomix la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar y los huevos. Programamos 6 minutos, Temp. 40º, vel. 3 y ½
Quitamos la temperatura y programamos otros 6 minutos más a la misma velocidad. A continuación, añadimos la harina y una pizca de sal y programamos 10 segundos a velocidad 2 y 1/2
Terminamos envolviendo con la espátula y vertemos en el molde forrado previamente con papel vegetal.
Horneamos a 180º durante 10 minutos aprox. Dejamos enfriar y cortamos por la mitad de manera longitudinal. Reservamos.
Para la mousse de fresa, trituramos las fresas junto con el azúcar. Retiramos 3 cucharadas del puré de fresa y lo calentamos en el microondas. Deshacemos en el puré la gelatina previamente hidratada en agua fría y escurrida, hasta integrar. Incorporamos el resto del puré de fresa y reservamos.
Mientras montamos la nata en la thermomix con la mariposa a velocidad 3 hasta que esté totalmente montada. Incorporamos el puré de fresa y mezclamos con movimientos envolventes.
Cogemos un aro metálico de tamaño más pequeño que el molde donde vayamos a hacer la tarta y lo rellenamos con la mousse de fresa. Congelamos durante 4 o 5 horas. Este paso se puede hacer el día anterior.
Preparamos el resto de la mousse. Reservamos 3 cucharadas de nata y la calentamos en el microondas, derretimos la gelatina previamente hidratada en agua fría y escurrida. El resto de la nata la montamos en la thermomix a velocidad 3 junto con el azúcar y la esencia de vainilla. Incorporamos el resto de nata con la gelatina.
Para montar la tarta, disponemos un disco del bizcocho en la base. Cortamos las fresas de la decoración por la mitad y las colocamos alrededor del molde de manera que una vez desmoldada se vea el corte por fuera.
Disponemos la mousse de fresa congelada y desmoldada en el centro del molde y rellenamos el hueco con la mousse de nata. Colocamos el otro disco de bizcocho encima y dejamos enfriar hasta que cuaje. Mejor prepararlo de un día para otro.
Al día siguiente, cortamos las fresas restantes de la decoración y las maceramos con dos cucharadas de azúcar durante 30 minutos aprox.
Desmoldamos la tarta y cubrimos la superficie con las fresas maceradas y unas hojas de menta fresca.
NOTA: las explicaciones son bastante largas pero no es nada complicada de preparar. Sólo hay que tener en cuenta los diferentes pasos para organizarse. La mousse de fresa se puede hacer el día anterior y dejarla en el congelador. En el mismo día preparamos el bizcocho y mientras éste se enfría, nos disponemos a hacer la mousse de nata. Y dejamos unas horas más o una noche (recomendable) hasta que cuaje.
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